11/29/2006

Jean - Paul Sartre


Sartre es uno de los más grandes filósofos del siglo XX, su sordidez es un pronóstico deprimente de lo que nos depara el futuro. Su obra máxima es "El ser y la nada", además de múltiples y famosos trabajos de orden literario-artístico. Escribió también una pastorela.
Su estrabismo es de otro nivel.

La fosa común

Despertó de la pesadilla y notó que un sudor frío le recorría la frente, se estremeció y se secó el sudor con el sarape en el que estaba envuelto. “que horror”, pensó, sentía más un miedo racional que el temblor propio del pánico. Trató de recordar lo que había sucedido en las últimas semanas pero todo estaba borroso, eran apenas recuerdos en imágenes que se le presentaban indiscriminadamente y sin una secuencia temporal, se tranquilizó un poco y trató de reconstruir los hechos comenzando por averiguar dónde estaba, se levantó y encendió un cerillo que tenía en la bolsa del pantalón; la luz tenue que arrojaba e fuego no alcanzaba a mostrar ninguna silueta clara, todo estaba lleno de sutiles y sugestivas figuras, notó que el aire era denso y había un desagradable olor a establo, caminó algunos pasos y se dio un severo golpe en la cabeza con una forma que no podía identificar, el pánico le sobrevino al ver que con lo que se acababa de topar despedía un desagradable olor cadavérico, para asegurarse echó hacia delante las manos y el cerillo que llevaba cayó apagándose, comenzó entonces a tentar las formas, con lo que se había golpeado tenía una extraña y nueva textura, la forma era blanda y fría, algo húmeda y en total repugnante, fue entonces cuando el asco le sobrevino, un mareo incontrolable seguido de las desgracias imaginativas lo hizo caer de bruces, al azotarse notó como lentamente se desvanecía y volvía al mundo de los sueños, antes de perder la totalidad del conocimiento comprendió que el hedor cadavérico procedía de sus mismas entrañas, era un cadáver más en una fosa común, un muerto que nadie reclamó, un vil cuerpo descomponiéndose, llenando su espacio con su maldita peste, estaba muerto.

11/16/2006

Las barreras comunicativas


Marcel Marceau es sin duda un ícono moderno de la melancolía; su expresión corporal reta el valor de las palabras, al verlo el sutíl significado de las palabras se desvanece y es suplantado por una emotividad posesiva que en momentos parece arrancar el alma del espectador y llevarla a un mundo fantástico donde las barreras comunicativas son nulas, el lenguaje poco a poco se transforma en una especie de entidad ultraracional que se escucha con el corazón. Éste es un tributo póstumo a Marcel Marceau, el gran mimo.

11/09/2006

La danza de las Valquirias


Magna obra musical es ésta, Richard Wagner nos hace partícipes y casi cómplices de esta bella epopeya musical, muy recomendable para esas tardes en la soledad de la casa, a su ritmo te podrás disfrazar de caballero Jedi y usar un palo de escoba como sable de luz; también es recomendable para manejar en el Periférico o en Insurgentes a las dos de la mañana cuando no hay tráfico; lo único que Wagner no previó es la respiración de Darth Vader que hace más emocionante esta sublime obra.